30 de enero de 2012

LA ACTIVIDAD DE JESUCRISTO


EL DIARIO DE JESUCRISTO

San Marcos resume lo que es un día en la actividad de Jesús:

Comienza en la sinagoga de Cafarnaúm, "predicando con autoridad" y haciendo un milagro. De ahí marcha a la casa de Simón (Pedro), donde cura a su suegra. Corre la voz y acude mucha gente acosada por diversos males. Jesús los atiende y los cura. De madrugada marcha a un descampado a orar. Simón y los demás discípulos lo buscan y Jesús con ellos se marcha a otras aldeas a predicar.

Su actividad cotidiana consiste en una entrega a los demás alimentada en dos principios: El encuentro con el Padre mediante la oración; de aquí saca él las fuerzas y el entusiasmo para la lucha contra el mal; y el servicio amoroso a los demás, predicando, escuchando, curando, expulsando demonios...

 
EL DIARIO DE UN CRISTIANO

Los cristianos, unidos ("injertados") en Cristo por el Bautismo, somos los continuadores de la obra salvadora de Jesús. Eso hace que no podamos vivir otro estilo de vida que el de Jesucristo:

Necesitamos empezar el Día como Jesús con la oración. Sin ella, nos sentimos vacíos interiormente: Nuestra enseñanza es fría, nuestras acciones no tienen la fuerza divina necesaria para luchar contra el mal; nuestras actitudes, valores, comportamientos sólo son humanos.

Una vez empapados de Dios por la oración, se desarrolla en nosotros el amor.

Ante tantas lenguas diferentes, tantos criterios, tantas mentiras, tanto egoísmo, tanta vaciedad..., el amor es el único lenguaje que todos podemos entender y que atrae y unifica a todos; porque el amor de Dios ha sido derramado en nosotros por medio del Espíritu Santo.

El amor nos llevará a una actitud de servicio; porque es la única fuerza capaz de transformar al mundo y a las personas. Para ello no hace falta una especial preparación académica:

"Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se la has revelado a la gente sencilla..."

Llenos del amor de Dios seremos Luz, Sal, Levadura. Sembraremos semillas de Evangelio y el Reino de Dios seguirá instaurándose y creciendo ante nosotros.