EL BAUTISMO DE JUAN
El Bautismo de Juan era un rito purificatorio para aquellos que deseaban arrepentirse de sus pecados y cambiar de vida. . Mediante el lavatorio del cuerpo y el arrepentimiento, el pecador lavaba su alma a la vez que su cuerpo, preparándose, de este modo para la llegada del Mesías Salvador.
JESÚS SE HACE BAUTIZAR POR JUAN
Jesús se pone en cola para Bautizarse; y cuando le llega su turno, Juan, que es un profeta, se niega a bautizarlo, porque no tiene nada de qué arrepentirse. “Yo tendría que ser bautizado por ti, y ¿tú viene a mi? (Mt. 3, 15)
Era verdad que Jesucristo no necesitaba el bautismo de conversión del Bautista, pero pretendía Bautizarse, porque sentía la necesidad de cambiar de vida; dejar la carpintería de Nazaret y dedicarse a predicar el Reino de Dios.
¿Pero era realmente esa la voluntad de Dios? Necesitaba la ratificación de Dios.
“Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba en forma de Paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.” (Mt. 3, 15-17)
¿QUÉ SIGNIFICÓ EL BAUTISMO PARA JESUCRISTO?
Para Jesucristo, el Bautismo significó la manifestación del Padre, consagrándole a una misión concreta y específica: La Salvación.
Jesús es consagrado por el Padre y enviado a los hombres:
- Para iniciar una nueva alianza.
- Para ser luz de los pueblos.
- Para liberar a los cautivos.
- Para favorecer la justicia.
¿QUÉ SIGNIFICA EL BAUTISMO PARA EL CRISTIANO?
Para el cristiano, el Bautismo en el Espíritu significa la consagración a la Santísima Trinidad para ser continuadores de la misión de Jesucristo.
El Bautismo nos une íntimamente a la persona de Jesucristo, haciéndonos continuadores de su obra salvadora.
- Nos consagra a la Santísima Trinidad.
- Nos hace Hijos de Dios.
- Nos incorpora a la familia de los hijos de Dios: Nos hace Iglesia.
- Como consecuencia, nos concede una amnistía, perdonándonos cualquier pecado cometido con anterioridad al sacramento.
1ª Bautizarse en el Espíritu, significa consagrarse a construir un Hombre nuevo:
- Un hombre hijo de Dios, que aspira a las cosas materiales de esta vida, sino a las eternas.
- Un hombre que vive las Bienaventuranzas.
- Un hombre que vive y transmite la verdad, la justicia, el amor.
- Un hombre que hace presente a Cristo Salvador en todos los momentos de su vida.
- El cristiano es un continuador de la Obra Salvadora de Jesucristo. Cristo sigue salvando a los hombres mediante los cristianos.