Dios Padre resucitó a su Hijo Jesucristo, para glorificarlo, sentándolo a su derecha.
Ø Inmortalizarse: Muchas personas importantes edificaron grandes monumentos para inmortalizarse.
Ø Reencarnarse y volver a vivir de nuevo en otra realidad corporal.
Ø Revivir: Volver a esta vida, para seguir viviendo en ella una serie de años más, hasta morir, finalmente, por causa de una enfermedad o vejez.
La resurrección consiste en salir del espacio y del tiempo, para vivir en la eternidad.
El paso previo y necesario para la resurrección es la muerte. Mediante ella nos desprendemos de este mundo y de todo elemento físico y temporal, incluido nuestro propio cuerpo.
Nuestra resurrección, como la de Cristo es la “pascua” el paso liberador de Dios, que “pasa” liberándonos del pecado y de la muerte, para darnos, por medio de su Hijo Jesucristo, la glorificación eterna.