7 de marzo de 2011

LAS TENTACIONES DE JESÚS Y LAS NUESTRAS


LA CUARESMA, UN TIEMPO DE AUSTERIDAD Y DE CONVERSIÓN
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El Desierto es el símbolo de la austeridad. Estamos demasiado llenos de cosas para que Dios entre en nuestra vida. Necesitamos vivir la austeridad del desierto. Despojarnos de muchas cosas que nos endiosan, apartándonos de Dios: Consumismo, deseo de tener, de comprar, de ser famoso, de disfrutar... Soberbia, avaricia, orgullo, envidia, apego al dinero.

El desierto y la austeridad llevan a la conversión.  EL camino de la conversión no lo podemos hacer solos. Es obra de Dios. Dios es como el sol; nosotros sólo tenemos que abrir las ventanas y dejar que entre la luz. Enseguida veremos qué  cosas tenemos que cambiar.

Los medios para llegar a la conversión son:
  • La oración. El encuentro dialogante y amoroso con Dios.
  • El ayuno.  Que no consiste tanto en comer más o menos, sino salir de nuestro propio egoísmo, ambición, orgullo, alardes de grandeza, de tanto consumismo y de tantas cosas superfluas...
  • La limosna. Que no consiste en dar lo que nos sobra, sino en mirar con ojos de amor fraterno a los demás, compartir con ellos, y entregarnos a su servicio.

2.- JESÚS TAMBIÉN FUE TENTADO POR EL DIABLO.
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Las tres tentaciones se reducen a una que fue una constante en toda su vida: La de vivir una vida propia más de acuerdo con las circunstancias socio-políticas de aquella época, pero al margen de la misión que le había confiado el Padre.
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 "Si eres Hijo de Dios, haz que estas piedras se conviertan en panes".  Puesto que eres Hijo de Dios, soluciona los problemas económicos y materiales del pueblo; así las personas te seguirán y podrás convertirlos. Es la tentación de los que creen que resolviendo los problemas económicos, se resuelven todos los problemas del hombre.

"Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque esté escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti y te sostendrán en sus manos, para que no te estrelles contra las piedras". Necesitas hacerte famoso. Haz cosas admirables para que la gente vea que eres el Hijo de Dios y te siga. Tu fama será el medio para poderlos salvar. Es la tentación de querer utilizar a Dios para que me sirva a mí y a mis intereses, en vez de servir yo a Dios.

"Todo esto te daré si te postras y me adoras". Abandona tu fe en Dios y adórame a mí; y te daré todo el poder del mundo. La gente sometida a tu poder, la podrás encaminar a la salvación. Es la tentación de hacerse poderoso y salvar al mundo mediante la imposición social, política o militar.´

Esta forma de salvación que propone el diablo es abiertamente contraria a la voluntad de Dios. No se trata de que el hombre sea más rico, más famoso o más dominante. La voluntad de Dios es hacernos sus hijos, infinitamente libres y felices. Para eso envió al mundo a su Hijo, que se entregó por nosotros; y para eso nos envía también a nosotros sus hijos como continuadores de la obra salvadora de Jesucristo.