31 de marzo de 2014

"YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA"

DOMINGO 5º DE CUARESMA

JESÚS NO SÓLO DA LA VIDA. ES LA MISMA VIDA. 

Reviviendo a Lázaro, después de cuatro días enterrado, Jesús demuestra ante todos los presentes que tiene poder sobre la vida y sobre la muerte.

Él no sólo es dador de vida; es la misma vida. Una vida que no sólo es terrena y temporal; sino que transciende hasta la eternidad. Una vida que permite  que las personas no sólo se desarrollen en todas sus dimensiones aquí y ahora, sino que pasando por la muerte, no se destruye, sino que se prolonga hasta la eternidad. "Yo he venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan abundantemente". (Jn. 10, 10)

 Por eso Jesús habla de "vida eterna". "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, anque haya muerto vivirá, y el que está vivo y cree en mí, mo morirá para siempre" (Jn. 11, 25-27).

Los cristianos, por el Bautismo, recibimos esa vida eterna que es Jesucristo: por eso:
  • La vida de Cristo pasa a nosotros.
  • Participamos de su resurrección.
  • Y así nos convertimos en personas resucitadas.
Para vivir la resurrección eternamente necesitamos desprendernos de nuestra propia materialidad por medio de la muerte. Por eso, la muerte no es el final de nuestra existencia, sino la puerta por la que pasamos de esta vida terrena y material propia de este mundo a la resurrección gloriosa para siempre junto al Padre.

28 de marzo de 2014

"YO SOY LA LUZ DEL MUNDO"



CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

EL CIEGO DE NACIMIENTO

¡Cuántas personas caminan ciegas por el mundo! sin valores, sin ideales... que buscan únicamente: pasarlo bien, tener, aparentar, disfrutar..., que desprecian la cultura cristiana y sólo aportan la "incultura"; que se piensan que son libres y son esclavas de sus caprichos, de sus pasiones, del sexo, de la droga, del alcohol, de la propaganda, del ambiente, del qué dirán, del último que les come el coco; que desean tenerlo todo, probarlo todo y sentir todas las experiencias posibles.

Son personas que hablan de todo, porque creen saber y ver las cosas con claridad; y son "ciegas" y vacías; no saben a dónde van y caminan hacia el desastre en cualquier circunstancia en la que se encuentran: en soledad, en pareja, en el trabajo y en la educación de sus hijos...

Además una serie de interferencias sociales, como la costumbre, la rutina, los prejuicios, la ideología política social y religiosa, el qué dirán, el deseo de quedar bien... dificultan más y más la visión de la vida y aumentan nuestra propia ceguera. De ahí que digamos que "no hay peor ciego que quien no quiere ver"

Jesús dice: "YO SOY LA LUZ DEL MUNDO. El que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida."

Cuando nos bautizamos, el sacerdote enciende del cirio Pascual una luz y se la entrega a los padres y padrinos diciéndoles: "Recibid la luz de Cristo; a vosotros padres y padrinos se os confía acrecentar esta luz; que vuestro hijo, iluminado por Cristo camine siempre como hijo de la luz; y perseverando en la fe, pueda salir con todos los santos al encuentro del Señor."

¿Cómo conseguiremos poseer la luz de la vida?

Los cristianos tendremos la luz de la vida si conseguimos darle sentido a la vida, aceptando y viviendo: 
  • Los criterios de Jesús.
  • Las actitudes de Jesús.
  • Los valores de Jesús.
  • Los ideales de salvación para todos de Jesús.
 La Eucaristía es el generador  de la luz de Cristo; Porque, como dice San Pablo: "En otro tiempo érais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz".

Al alimentarnos con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, recargamos nuestras pilas para iluminar al mundo, viviendo las vistudes cristianas; fundamentalmente: la bondad, la justicia y la verdad. Por eso Jesús nos dice: "Luzca de tal manera la luz en vosotros que vean los demás vuestras buenas obras y den gracias al Padre que está en el cielo."

21 de marzo de 2014

DOMINGO 3º DE CUARESMA

https://www.youtube.com/watch?v=xSP3BA0MSv8

https://www.youtube.com/watch?v=2TbKRmtpGzE

¡Cuántas veces nos sentimos cansados, como Jesús y tenemos sed; o, como la samaritana, nos aburre la monotonía de tener que buscar cada día las fuentes momentáneas de agua que nos sacian la sed, pero que nos hacen volver cada día a por más agua...

Jesús se presenta como un manantial interior, que actúa desde dentro de cada uno de nosotros, saltando hasta la vida eterna. Jesús es la fuente de agua viva que salta hasta la vida eterna. "El agua que yo te daré se convertirá dentro de ti en un surtidor que salta hasta la vida eterna".

Jesús es el único que nos remite a nuestro interior. Por eso mos asegura que adoraremos al Padre "en Espíritu y en Verdad".

Ser cristiano significa poseer en el interior una fuente de agua, de fe, de esperanza, de amor, de verdad, de justicia..., que es Jesús, que nos acompaña en esta vida y nos lleva hasta la vida eterna. Esto es lo que denomina Jesús "adorar al Padre en Espíritu y verdad".

 La Eucaristía es el momento privilegiado para llenarnos de Jesús, fuente de agua viva, que salta hasta la vida eterna. 

EJERCICIO DEL SANTO "VIA CRUCIS"

El "Vía Crucis" es un ejercicio piadoso que solemos hacer los cristianos durante la cuaresma. Consiste en recorrer con Jesucristo toda su pasión y muerte, desde su condena a muerte por Pilatos hasta su resurrección.

Si deseas realizar este ejercicio piadoso, para acompañar a Cristo que sufre y muere por nosotros, aquí llevas esta entrada:

http://youtu.be/msd1_j4Ajrw

14 de marzo de 2014

LA PASIÓN Y LA MUERTE ES EL ÚNICO CAMINO PARA LA RESURRECCIÓN Y LA GLORIFICACIÓN


DOMINGO SEGUNDO DE CUARESMA

 Toda vocación lleva consigo una exigencia y una promesa:
  • La exigencia de Abrahán consiste en fiarse incondicionalmente de Dios: abandonar sus propias seguridades, su tierra, sus comodidades, su familia (sacrificando incluso a su propio hijo).... para hacer en cada momento su voluntad. 
  • La promesa de Dios consiste en estar siempre contigo y de tu parte: "Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan..." "Por ti serán benditas todas las familias del mundo" "de tu descendencia nacerá el Mesías".
La transfiguración de Jesús nos muestra la unión total de Jesús con el Padre y la donación amorosa, humilde y servicial a la humanidad, dentro de un adelanto momentáneo de su resurrección y glorificación. Como tal, implica:
  • La exigencia de su vocación mesiánica: Jesús, Moisés y Elías hablan de la pasión y huerte que ha de padecer en Jerusalén; porque según la ley (moisés) y los profetas (Elías), la pasión y muerte es el único camino para llegar a la resurrección y la glorificación.
  • Y la promesa de la resurrección y la glorificación, cuyo anticipo están viviendo en ese momento, en el que Jesucristo muestra su divinidad.
Nuestra vida cristiana también conlleva:
  • Una exigencia: fiarme incondicionalmente de Dios, como Abrahán: Aligerar mi equipaje dejando aquellas cosas que dificultan mi encuentro y relación con Dios: Orgullo, consumismo, apego a lo material... No se trata de hacer tres chozas; sino de implicarnos, de cambiar nuestras actitudes y modificar nuestra conducta.
  • Y una promesa: si morimos con Cristo, Resucitaremos con él; y seremos con él glorificados.
ÉSTE ES EL OBJETIVO DE LA CUARESMA: "MORIR AL HOMBRE VIEJO, PARA RESUCITAR CON CRISTO AL HOMBRE NUEVO, QUE SERÁ CON CRISTO GLORIFICADO."

7 de marzo de 2014

MORIR AL "HOMBRE VIEJO" PARA RESUCITAR AL "HOMBRE NUEVO"


¿QUÉ ES LA CUARESMA?

            La Cuaresma es un tiempo de gracia, una invitación del Dios que quiere encontrarnos de una manera nueva y llevarnos más lejos en el camino que lleva a la Vida. Ese camino nos conduce con Cristo y su cruz a la muerte de nuestro “hombre viejo”: ambicioso, orgulloso, egoísta, endiosado en su propio ser, tener o saber, hostil, agresivo…para resucitar con Cristo al “hombre Nuevo”, perdonado, unido a Cristo, lleno de gracia de Dios y fortalecido por el Espíritu Santo… El hombre Hijo de Dios y heredero de su Reino.

            Quien se decide a avanzar detrás de Jesús por ese camino de desierto vivirá la experiencia de una vida más auténtica: experimentará la auténtica paz, la armonía interior, la felicidad, el amor… y comenzará a comprender las palabras de Jesús: «El que pierda la vida por mí, la ganará».

            Los tres pilares sobre los que se fundamenta la cuaresma son:

Ø      La oración: Nosotros nunca cambiaremos; Dios es quien nos cambia, cuando por medio de la oración nos acercamos a Él y dejamos que Dios organice y dirija nuestra vida.

Ø      El ayuno: Que no consiste tanto en comer más o menos, o en comer carne o pescado. El verdadero ayuno consiste en despojarnos de tanto equipaje inútil que nos dificulta el seguimiento de Jesús y tomar contacto con nuestra pobreza radical. El hombre es un ser “dependiente”  por naturaleza; por tanto, mejor será depender de Dios ligeros de equipaje, que caminar cargados de tantos condicionamientos y seguridades que dificultan nuestro caminar. “Mirad las aves del cielo…. Mirad los lirios del campo… ¿No valéis vosotros más que ellos, hombres de poca fe?

Ø      La limosna: Que enseña a compartir, convirtiéndonos en  constructores de amor, reconciliación y libertad.

     Cuando vivimos la cuaresma, descubrimos que la verdadera fiesta es interior y que es el Espíritu Santo quien la suscita en nuestros corazones. Por eso necesitamos pararnos a encontrar tiempos y espacios de interiorización en medio del ajetreo, para que se despierte en nosotros el deseo de encontrarnos con Jesús.

LA CUARESMA


La Cuaresma

Comparto con vosotros esta carta que unos amigos me han enviado y que nos transmite muy bien el espíritu de la cuaresma:

 
"Querida familia: Aunque nuestra sociedad apenas lo percibe, hemos entrado en la Cuaresma, un tiempo especial para que los cristianos refresquemos nuestra fe. Es un tiempo gozoso, intenso y fuerte que nos sirve de preparación para nuestra gran fiesta de la vida. Es la invitación a ser más nosotros mismos, ser más lo que podemos ser, ser más como Jesús nos quiere. Es una oportunidad para renacer a una manera nueva de comportarse como cristianos. En nuestra vida familiar se tiene que notar.

- Jesús decía que vino a la tierra para contarnos quién es Dios y cómo  tenemos que vivir para ser felices, es decir, para darnos vida, la vida en abundancia, la llamaba Jesús. Él nos enseñó quién es su Padre, cómo vivir en positivo, no preocupados ni estresados; nos enseñó a elegir lo mejor, a amarnos mucho a nosotros mismos y a los demás también, que es el mejor modo de ser feliz; nos enseñó a perdonarnos y saber perdonar: a los demás y a vivir atentos a lo que el otro necesita.

- Es importante fijarnos en cómo pensamos y cómo vamos por la vida. Según los expertos, una persona normal, en un día normal, tiene alrededor de 60.000 pensamientos. Lo malo es que el 90% de ellos suelen ser negativos, repetitivos o tristes (¡qué mal lo estoy haciendo! ¡Ese tío es tonto! ¡No voy a llegar! Siempre es todo igual, ¡qué rollo!...) Y sólo el 10% de nuestros pensamientos son positivos (¡Qué día más bonito! ¡Cuánto nos queremos! ¡Qué ilusión charlar en familia! ¡Qué puesta de sol tan preciosa!

Todo lo puedo en aquel que me conforta... Las personas según cómo pensamos, así sentimos y así actuamos. Si pienso que soy  desgraciado, que la gente es mala, que todo el mundo actúa con mala intención y que es un rollo mi vida, me sentiré desanimado y triste y actuaré como un cenizo. Si elijo pensar en las cosas positivas que tengo hoy para ser feliz, viviré más contento e irá brotando lo mejor de mí.

- Si pienso, como Jesús, que cada día tiene su afán, que Él me tiene abrazado por delante y por detrás y que tiene, puesta sobre mí su mano, andaré por el mundo con mayor seguridad y optimismo vital. Es muy fácil que se nos cuele la rutina en la vida y en las relaciones, como le pasó a ...

Estaba cansado de la rutina del trabajo, de tener siempre los mismos compañeros y repetir cada día las mismas costumbres.
Al volver a casa, su mujer le contaba siempre las mismas cosas y apenas le escuchaba, igual que a los niños, que hacían ruidos molestos y no le dejaban tranquilo.
¡Dios mío, tengo ganas de terminar con esta rutina! y oyó, de pronto una voz que le decía: "Así será. Desde hoy otra persona, que estaba en el paro, ocupa tu lugar de trabajo y está encantada, además le gustan mucho los compañeros y el ambiente que le rodea.
También tu mujer ha encontrado un hombre que agradece su conversación y sus caricias, está enamorado de ella y disfruta con la casa y con los niños, pues antes no había podido tenerlos, por ser estéril".
Pero, ¿es que he muerto? ¡Socorro!
Su mujer, asustada le zarandeó.
De pronto abrió los ojos y ella le preguntó: "Cariño, ¿has tenido otra pesadilla?"
No, no ha sido otra pesadilla ¡No! Ha sido otra oportunidad...

- Si nos es, difícil, recordemos que Dios tiene aún más interés en nosotros que nosotros mismos, y pongámonos en sus manos, para que El nos ayude a que todos salgamos amados de casa, para que nos potenciemos y lleguemos a ser esos seres humanos plenos y felices que ha soñado para cada uno y para todos en general. ¡Ah! Y que donde nosotros estemos se esté un poco mejor, porque somos generadores, de vida en abundancia..."


Un abrazo